Libérate de términos, conceptos y corsés. Libérate del uso de la propia palabra corsé y aprende a pensar por ti misma. Libérate de las cargas que tanta gente ha confiado en ti, todos esos paquetes que se han engarzado en tu piel y tiran a diario. Si no es tuyo, déjalo atrás. Fallar a los demás no es malo, sino liberador: quítate la máscara que te han impuesto y respira. Rehuye miradas, deja fluir los dedos en arpegios que suenen viejos; son auténticos, eso es lo único que importa. Joder, ni siquiera necesitan ser auténticos, tan solo estremecerte por dentro hasta que te replanteas tu vida, tu día, tu cuerpo que ya solo sabe deslizar pantallas hacia nuevos mensajes. Para, respira, siente son ya una guerrilla frente al rodillo que se llevó por delante los últimos años, las últimas personas que todavía acudían a esta farola abandonada. Menos mal que esto no es Germinal y la única revolución es levantarte del sofá a otra silla, igualmente cómoda pero mucho más exigente: te hace pensar, de espectador te mueve a productor. Podrás equivocarte pero habrás sentido, habrás vivido y, con suerte, habrás conmovido una brizna de tiempo que volverá. Porque el sentimiento siempre vuelve, igual que las olas etéreas de Julien Baker tras un escritorio diminuto. No te preocupes por tocar la nota y que no suene prístina; todos sabemos que la música es el tiempo inmediato al sonido. Acomódate en esta nueva nave y nunca, nunca dejes de remar.
jueves, 16 de enero de 2025
lunes, 29 de enero de 2024
La vida es bella y bien lo sabes, aunque ahora esa idea no pueda abrazarte, aferrarse a tu mano y buscar la verdad en tu mirada. Nunca te rendirás porque nunca lo has hecho; esto no es debilidad, solo respirar para seguir luchando en tu infinidad de causas justas. Acuérdate siempre de lo que sigue siendo, de todo lo que nunca pasará. Nuestras vidas no son nada, solo los hilos que nos conectan y transmiten chispa, magia, amor y todo lo bueno que será. Hay muchos noes, siempre los habrá: este no es uno de ellos, solo es una historia más que contar dentro del relato de amor. Se ha hecho de noche antes de lo que pensaba, apenas una luz brilla en el edificio de enfrente y la canción se ha acabado antes de empezar. Hay cosas que no llegan a suceder, otras simplemente suceden más tarde; lo importante es no bloquearse en un punto y aparte cuando el libro no ha hecho sino comenzar.
martes, 18 de julio de 2023
No asusta la muerte, sino la vida. Cuando mueres dejas de ser y te conviertes en un memorial, un monumento al que solo acuden a ponerte flores y recordar tus grandes momentos. Pero vivir... Vivir es llevar esas flores y cultivar los buenos recuerdos, podando aquellas discusiones que enturbian las tardes soleadas de una primavera eterna. Los problemas siguen y solo entonces te das cuenta del vacío que tienes al lado, de la cantidad de voces que se han perdido y ya no nunca podrán aconsejarte. Tú sigues mientras otros ya solo fueron; ahora tienes que releer una y otras sus obras porque ya no publicarán ni una sola palabra nueva. Todo lo que pensaron y sintieron y descubrieron y lloraron y amaron y vencieron y visitaron y temieron y leyeron y
Asusta la vida porque es nuestra. Nadie puede vivirla por nosotros. Los problemas nos persiguen, la taza seguirá sucia sobre la mesa hasta que la recojamos. Todo fue y todo seguirá, todos vencieron y todos sufrirán. Ahora solo estamos nosotros y tenemos que vivirla porque ahora solo estamos nosotros.
lunes, 8 de febrero de 2021
Hace más el que quiere que el que puede. Yo puedo y no hago nada. Soy plomo, cadmio cada vez que me levanto para empezar una tarea. Incluso comer cuesta cuando antes deber salir de esta laguna. Cada gesto abre nuevos universos en los que acabo fallando. ¿Para qué crear vida condenada a una muerte absurda? Deja que el virus devore la tierra y las estrellas se consuman, renuncia a tus sueños para dormir tranquilo y vivir inerte. Cada día es una batalla que no se celebra, una victoria pírrica que arrincona el alma. Leo razones, busco sentido, nada creo. Esto no es nihilismo, demasiado noble, ni un poso punk, que se abandona con los últimos granos. Solo viene a mis labios un regusto amargo con la vida conforme palpo las dimensiones del teatro: ni actor, ni tramoyista, ni público. Quizás solo soy la voz que suena de fondo mientras tú decides qué ir a ver este fin de semana. Ojalá ese eco te anime a superarte, a mejorar el mundo, a sumar felicidad. Nací viejo y cansado, con excusas para todos tus fallos y críticas para todas mis acciones, pero sigo alimentando la misma llama: yo soy los demás.
martes, 4 de junio de 2019
Las estelas en el mar son efímeras; no podemos ver el futuro, pero es que el propio pasado se desvanece en una efervescencia de amargo aroma. La tierra que seremos es la tierra que abandonamos, aquella que recogió nuestras lágrimas albergará un día el resto de nuestros líquidos. Y nada de esto importa, porque nada seremos entonces; lo verdaderamente extraño es nuestra lucha constante por apartar la mirada de la masa madre, de nuestras raíces y savia. No podemos ser nada sin lo que fuimos, ¿por qué renegar entonces del terruño, del pueblo, del barrio?
Volver a unas páginas amarillas tras un año, cuarenta, setenta... Descifrar a Joyce, perseguir a Yardbird, psiconalizar a Tarkovsky, todo para volver al camino despreciado. Y ahora, cuando tiemblas al escuchar una despedida apresurada desde la ventana, piensas en los escalofríos de aquellos que te antecedieron y lloras. No es tristeza, es alegría de saberte humano, un eslabón más labrado en la cadena más fina. Porque leer, ante todo, es vivir y aprender a vivir. Escribir... quién sabe.