martes, 26 de enero de 2016

Mira, llega un punto en tu vida en el que descubres que vas a decepcionar a la gente. A poco que te muevas, fallarás a todos los que más o menos te quieren. Será sutil; un día te dirán que hace tiempo hacías cosas grandes y tú no le darás importancia. Pero poco a poco verás que ya no hablan de ti como antes. Te recuerdan, claro que sí, todos lo hacen. Pero recuerdan al niño que fuiste, al líder que eras, la promesa que encarnabas. Viven en el pasado y no te conocen. Ya no. Por eso es mejor que los decepciones pronto, para poder vivir. Ah, toma las patatas.

lunes, 18 de enero de 2016

Por culpa de Pixar, ahora me siento culpable por cambiar de móvil. No puedo soportar que el viejo sufra y se sienta abandonado. Debe de estar pensando que soy un imbécil y no tengo razones para desmentirlo. Sigo vivo un año más, abandonando cosas a cada paso. No temo a la muerte; temo al tiempo porque lleva años matándome, un poco cada vez. Cualquier mirada atrás es un reguero de sentimientos muertos, de personas distanciadas y dolor miedo angustia rencor... indiferencia. Fría indiferencia. Muerte. Nos esforzamos por ser idiotas, por avanzar hacia nuestros sueños a costa de pisotear lo demás y ni siquiera obtenemos nuestros sueños. Seguimos corriendo para quedarnos solos, para ser un gordo calvo que podría haber conservado todo. Los dientes amarillean y las muelas duelen. Despreciamos la voz que nos suplica, la mano que tira de nosotros. Nos centramos en la conversación de Whatsapp que despreciamos. Leemos los cientos de comentarios y no decimos nada, porque no nos interesa. Somos mejores, no nos debe interesar. Planificamos el calendario para hacer planes con todos; con todos nos sentimos desplazados. Hablamos y las palabras ya no dicen lo que queremos, ya nadie nos escucha al hablar. Demolemos lo que construimos, enterramos lo que sentimos, apartamos aquello a lo que pertenecemos. Buscamos algo más blanco, más rápido, más suave. Tiramos los agujeros porque nos muestran lo que hay debajo, lo que somos y lo que fuimos. Todavía a tiempo de gritar y agarrar una mano, nos regodeamos en nuestra miseria. Jugamos con la costra para que la herida no cierre. Somos la herida. Somos una sombra perdida en el tiempo. Somos la muerte. Joder, no quiero ser un gordo calvo.

miércoles, 6 de enero de 2016

Ahora.

No pienses, porque el momento pasa.
Vive lo que soñaste,
disfruta y aprende
cuando nada más quede.

Luchaste por el sol y
negociaste la luna;
no dudes más y disfruta
ahora que los puedes abrazar.

Acaricia el miedo,
saborea envidias
y huye de los consejos
que tu Ítaca alejan.

Mójate,
quémate,
equivócate una y otra vez.
Rueda por la nieve
hasta que tu ropa se empape
de risas, pánico y cariño.

Vive el ahora
porque es hijo de todo tu ayer.
Vive hoy
porque es lo que siempre serás
mañana.

 

Copyright 2010 Archivo de las pequeñas cosas.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.