jueves, 29 de diciembre de 2011

Amanhã.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Una pincelada más. Un último retoque. Ahí fuera la luz del sol se agota, tengo que forzar mis ojos al borde de la ceguera para poder seguir viendo. Tiene gracia: perder la vista para deleitar la de los demás. Me da igual porque tengo que llegar un poco más lejos. Este paisaje podría estar bien, la casa casi da miedo. Pero no transmite, no te hiela la sangre, no te hace agarrar la manta con más fuerza por la noche. Sí, no es un cuadro feo, pero no está vivo. Tengo que echar mi sangre sobre él, que sea como el retrato de Poe: una vida real por la vida del cuadro. Fuera estalla una revolución, fuera mueren hijos y amantes, fuera queman libros y biblias. Limpia el pincel y no te demores ni un momento, no olvides el trazo. Las mejillas hundidas porque hace días que no como. La ropa está cuarteada, los pantalones llenos de orín y excremento. El pelo largo, las uñas recortadas a base de mordiscos o arrancadas para que no estropeen el vuelo del pincel. Caigo al suelo porque las piernas no me sostienen; tengo fiebre no sé si por enfermedad o por la pasión de la obra. Dejo el lienzo en el suelo y sigo pintando desde ahí. Puedo oír cada latido del corazón, como una bolsa de papel hinflándose y perdiendo el aire sin fuerza. Fuera ya no hay nada, ni vida ni muerte ni materia. ¿Cuántas veces tengo que repetir que no me importa? El cuadro, solo el cuadro. Para que cuando lo veas sientas ese escalofrío. Por mí

jueves, 15 de diciembre de 2011

Peso. Volumen. Forma. Color. Tacto. Sonido.

Aroma. Luz. Melodía.

Nunca nadie nunca tuvo tanta poesía.

martes, 13 de diciembre de 2011

Día. Noche. Día. Noche. De vez en cuando sonríes porque no sabes dónde estás, solo que ya es de noche (o de día). Día. Noche. Día. Noche. Autobús. Día. Noche. Día. Noche. Risas. Hacer todo lo posible porque haya risas, y alegren el día a alguien. Día. Noche. Día. Noche. Salir de fiesta aunque no quieras, motivar a todos para que salgan y se olviden de cada problema. Que son muchos. Día. Noche. Día. Noche. Intenta detenerte un momento en este tobogán y recuerda que estás disfrutando, que luego lo echarás de menos. Día. Noche. Día. Noche. Echarás de menos su caminar, su malhumor, su risa y su pierna encima de ti. Día. Noche. Día. Noche. Añorarás las horas perdidas en el sofá, las manos frías en el lavadero, los trabajos que se borran cuando están a punto de acabarse. Día. Noche. Día. Noche. Este es un gran momento, como cada segundo de tu vida; solo tienes que vivirlo. Día. Noche. Día. Noche. Tienes que acercarte y decirle que la quieres. Debes levantarte mañana y pedirle perdón. No hay más remedio que mirar el pasado, avergonzarte de ti mismo y saltar. Saltar bien alto porque puedes y te lo mereces, porque no hay nadie mejor que tú. Día. Noche. Día. Noche. Piensas que quieres muchas cosas, que estás hablando de mil cosas a la vez, que nadie te puede entender. Día. Noche. Día. Noche. Tienes razón.
 

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