jueves, 27 de enero de 2011

Dicen que detrás de una gran persona hay una gran mujer. No es del todo cierto. Detrás de una gran persona, hay unos grandes padres. No somos sino las sombras de nuestro pasado, unos pequeños arbustos que han crecido y reverdecido gracias solo a mucho esfuerzo. No creo que haya florecido, que pueda cobijar una familia de pájaros en mis ramas, pero no será por mis jardineros. No crecí como un roble, no florecí como un rosal, pero todo lo que soy es gracias a ellos. Si ahora puedo sonreír al ver el sol brillar, si disfruto con una sinfonía o un paso de ballet, es gracias a ellos. A todos esos años detrás de mí, vigilando que no tropezara, que no me juntara a quienes me querían hacer daño. Pero siempre desde detrás, siempre con consejos y frases sabias, nunca prohibiendo. Como dos ángeles de la guardia. Me dejaron libertad, pero me regalaron el poder para saber utilizarla. No solo me amaron, sino que me enseñaron a amar. No me repetían cada día que me querían, que me echaban de menos en cuanto cruzaba la puerta; me enseñaron a demostrarlo con gestos. Siempre me dejaron volar, mientras ellos sufrían sin decirme nada, contentos por verme feliz. No creo que yo haya florecido, que pueda cobijar una familia de pájaros en mis ramas, pero ya va siendo hora de darles las gracias a ambos por cuidar de ese pequeño brote.

domingo, 16 de enero de 2011

Ríe. Cuando te mueras, ríe. No para que los demás te envidien, sino para que los demás quieran reír también. Cuando languidezcas en un callejón, ríe. No espantarás violadores ni ladrones, pero la fiesta seguirá, y ese pasillo a los infiernos será solo un paréntesis de una noche con sol. Cuando te pateen la cara, ríe. Golpearán con más fuerza, pero tú vencerás. Que les jodan a todos los que hablan mal de ti, en tu cara o en tu espalda, porque ellos ya han muerto. Ellos llegan a casa, y no tienen quien les abrace, salen de fiesta y no tienen quien se quede con ellos un rato más, o que se pierda y regale intimidad. Dicen que aman, que sufren, que las noches son eternas cuando median entre la luna y la guitarra. Ellos también dicen que saben reír, que son maestros del humor, y que disponen de todo. Pero desconfía, porque como puedes ver, su sonrisa no es sincera, es una daga que espera oculta en el antebrazo. Cuando no sepas si alguien es sincero. Cuando no sepas si alguien se merece tu atención, tu desvelo. Cuando pierdas el camino, y las caras sean caretas, ríe. Tranquilo, sin ocultar tu muela cariada ni tu diente torcido. Pero qué te voy a contar a ti, si no has cumplido los dos años, y todavía no te han salido todos los dientes. Ríe, solo porque es más divertido que llorar.

lunes, 10 de enero de 2011

Un pecho desnudo. Un pecho pequeño, firme. Un pecho que no conoce el mal, que no conoce los golpes ni los mordiscos. Pero sí las caídas. Una y otra vez ha caído contra el escenario. Más de una vez algún tablón mal cerrado ha roto su tutú, pero la música ha seguido. Ahora la música sigue, y el pecho vuelve a cubrirse. Nadie lo ha visto. Su cara es la alegría, sus brazos la belleza. Su cuerpo se curva, su espalda forma letras de un alfabeto que pocos entienden, que muchos articulan solo por bostezos. Pero ahora no necesita ni falda ni vestido, ni maquillaje ni zapatillas. Viste un triste sayo, un ropaje que oculta su nobleza. La visten las luces del teatro, las máscaras que durante años lloraron al ver cómo la verdad era obligada a vestirse de ficción, para poder denunciar al público. Ahora no necesita esconderse, ahora puede gritar en cada esquina, pero precisamente es ahora cuando menos la escuchan. Ahora se une a la belleza, a ese pezón que asoma tímido tras cada salto, tras cada postura demasiado forzada, y así borrar la mugre, la estupidez que hace que los borregos solo vean piernas abiertas en vez de belleza. Que vean mujeres en vez de almas. Que vean pechos en vez de vida y verdad y voces. Borregos que ven muerte y tiempo, en lugar de arte y ahora. Borregos que ríen, pero no disfrutan. Borregos que pasan, pero que no caminan. Borregos que respiran, pero que no viven.

jueves, 6 de enero de 2011

Puede ser.
 

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