jueves, 27 de diciembre de 2007

En estas fechas, en las que sólo pensamos en el pasado a través de los que ya no están, y en el futuro por medio de los niños y de los sueños, quiero proponeros un ejercicio. El otro día vi por la tele este video, y me quedé pasmado con las imágenes que salen detrás del grupo. Prestad atención a estas imágenes, ya que la canción es lo de menos, aunque también está chula, y tratad de rememorar cómo os llegaron a vosotros esos hechos. Y ya, si os animáis, decidme qué historia os gusta, os impacta, os llama la atención sobre las otras. Yo me quedo con el hombre ante los tanques en Tiananmen (perdón por las faltas si hay). Aunque también es chocante las 1000 visitas que tiene ya este rinconcete. Ahí os dejo el vídeo. Un saludo, y feliz navidad y próspero año nuevo. Disfrutad del futuro.


domingo, 23 de diciembre de 2007

Cuando esté animado, entonces diré que soy libre. Hasta entonces, pesarán mis palabras sobre la pantalla, y no sobre tu oído y su piel de gallina, finos cabellos encrespados ante el dolor, ante la alegría, ante mí. De fondo siempre suena la música, el punto al final de la frase encierra más que la frase en sí. Siempre capas y capas de sinsentido, unidas simplemente por la locura y la necesidad de gritar. Unidas en torno a ti. La necesidad de seguir escribiendo para seguir sintiendo el roce de las teclas en las yemas de los dedos, para seguir imaginando tu sonrisa cuando leas todo esto, si es que algún día lo lees. Da igual prosa o verso, pintura o videoclip, todo habla sobre ti, ese tú que aparece en mis ensoñaciones eres tú, lector, ya seas hombre o mujer, ya seas universitario o drogadicto (o las dos cosas). Estas palabras son tuyas. Todo lo que encuentres aquí es tuyo, conque disfrútalo mientras te guste, y deséchalo cuando te canse. Pero sobre todo, cuéntame tu historia, cuéntame qué piensas. Habla, para que vivas.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hoy os dejo con un mensaje que me pasó mi buen amigo Armando. Después de leerlo no pude menos de echarme a reír. Espero que a vosotros os pase lo mismo. Ahí os lo dejo. Un saludo.

Te acuerdas de...aquel tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico... 'Pito-pito gorgorito... donde vas tu tan bonito?...A la era verdadera... pim pom fuera!'?

Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple...'No ha valido' o ¡CASA!.

'Los errores se arreglaban diciendo simplemente...'Empezamos otra vez'

El peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces... 'No debo..

Tener mucho dinero, solo significaba poder comprarte un helado... o una bolsa de chucherías a la salida del cole...

Hacer una montaña de arena, podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde...

Para salvar a todos los amigos... bastaba con un grito de...'Por mi! Por todos mis compañeros y por mi primero'
Siempre descubrías tus más ocultas habilidades, a causa de un ¿A que no haces esto?

No había nada más prohibido que jugar con fuego...

TONTO EL ÚLTIMO' Era lo único que nos hacía correr como locos...
hasta que sentíamos que el corazón se nos salía del pecho...

El 'poli y ladrón' era solo un juego para el recreo,
y por supuesto era mucho más divertido ser ladrón que policía...

Los globos de agua... eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado...

La mayor desilusión... era solo haber sido elegidos últimos para el equipo del cole...

Nunca faltaban los caramelos que tiraban los reyes en Navidad,
ni el dinero que nos dejaba el ratoncito Pérez bajo la almohada...

'GUERRA' solo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase...
Los helados y la leche con galletas constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales..

Quitarte las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida....

El mayor negocio del siglo era conseguir cambiar los diez cromos repetidos por el que
hacia tanto tiempo que buscabas..

Hacer cabañas con ramas cuando íbamos de excursión al campo nos entretenía durante horas...
hasta que venían a avisarnos de que teníamos que marchar y llorabamos desconsolados...

Todos te admiraban si lograbas cruzar la comba mientras saltabas...

Era un gran tesoro si encontrabas trozos de escayola en los cubos de basura y poder dibujar en el suelo y jugar...

Sentarnos frente al televisor... a las 5 en punto con los ojos desencajados
y ver 'Barrio Sésamo'Creerte superman o supergirl...

y ponerte el 'babi' del cole a modo de capa mientras subidos en cualquier escalón
deseabas con todas tus fuerzas poder volar como ellos...

Todas estas simples cosas... nos hacían felices, no necesitábamos nada más....
un balón, una comba y dos amigos con los que hacer el ganso durante todo el día...

SI PODEIS RECORDAR LA MAYORÍA DE ESTAS COSAS
Y HE CONSEGUIDO QUE SONRIAIS, ENTONCES SIGNIFICA
QUE HABEIS TENIDO UNA INFANCIA FELIZ...
Y QUE TODAVÍA OS QUEDA DENTRO ALGO DEL NIÑO QUE ERAMOS
NO HACE TANTO TIEMPO...
ASI QUE ENVÍA ESTO AL QUE NECESITE UN PEQUEÑO DESCANSO
EN SU APRETADA Y AGITADA VIDA DE ADULTO O QUE ESTA ENTRANDO
EN ELLA Y SE AGOBIA.
NUNCA PERDAIS AL NIÑO Q LLEVAMOS DENTRO PORQUE DA SENTIDO A NUESTRA VIDA!.

Y EL ÚLTIMO EN LEERLO... ¡¡LA LLEVA!!!

viernes, 14 de diciembre de 2007

No sé escribir. Sólo dejo que mis dedos se resbalen sobre las cálidas teclas del teclado, y cada vez que pulso uno mi cerebro recibe una descarga de morfina, olvidándose del exterior. Cuando escribo, todo lo demás pasa a un segundo plano, y yo me doy la vuelta, dejando que todo el mundo veo mi interior a través de estas gafas de letras. A mis oídos llega una canción, pero intuyo notas sueltas, que me impelen a seguir recibiendo calmantes, a seguir abriendo la cremallera que encierra mi alma. Sibilantes, las nubes de mi cerebro se arremolinan formando palabras, que me veo obligado a poner por escrito antes de que me atormenten por todo el día. Cuando libero esos pensamientos me siento extasiado, como el soldado que recobra poco a poco la conciencia después de salir del fragor de la batalla. Como él, no me percato muy bien de la situación, pero sigo escribiendo, imbuido por un ser que me dicta al oído las palabras que han de aparecer en la resplandeciente pantalla. Una vez que siento que el aire renueva mis macilentos pulmones mis pupilas se dilatan, cansadas del viaje. Leo lo que he escrito, y me sorprendo de cómo aparecen cosas que no recuerdo haber escrito, pero que son mil veces mejores que mis garabatos de bebé. Susurro un "gracias" y guardo el documento. ¿A quién se lo agradezco? Se podría decir que a todo el mundo que veo a lo largo del día; son ellos los que se reflejan en estas pequeñas historias que no son sino manchas que pretenden aclarar el ya suficientemente borroso día a día. Aunque nunca lo sepan, esa chica que juega con su hermano, ese hombre que se arrodilla delante de Dios, todos ellos forjan la espada de mi vida, y si algún día soy grande será gracias a ellos. Otra vez, gracias.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Siento cómo la alegría más inmensa me rodea, extasiando cada poro de mi piel. Traspaso la barrera que me separa del bien, pero que también me protege del mal, y comienza mi exilio, mi búsqueda de la vida. Dejo atrás cuanto conocí, mis hermanas que esperan su oportunidad para conmover al mundo. No sé lo que me espera, pero el amor que me impele a seguir adelente y conocer la causa de mi existencia, esa alma pura que embelesa a mi génesis, que dejó como yo todo atrás para seguirlo, y lo alcanzó. Muchas de mis hermanas fueron obligadas a abandonar el refugio, incitadas por el hermano de mi acicate, y murieron en un rincón oscuro de un bar de mala muerte, o ahogadas en silencio contra la almohada. Sin embargo, ahora veo el sol, que irradia sobre las pupilas de mi salida un brillo especial, semejante a la chispa que creó al ser humano. Comprendiendo mi destino, me desprendo de mi alero y me dejo resbalar, sonriendo. Me sumerjo entre hondos surcos, causados por todos los males que ha sufrido desde que vio el humo inundar la estación, anegándola en el más espeso y asfixiante lodo. Pero ahora es mediodía, y ya no hay sombras. Sigo resbalando sobre el terciopelo que tanto añoró en esas noches frías y esos desayunos buscando en el periódico el calor que necesitaba para seguir viviendo. Ahora ese calor reposaba en su hombro, haciendo que mi tamaño disminuyera, dejando un sendero que otras seguirán, en busca de esa luz que estoy a punto de alcanzar. Llego hasta el barranco que me separa de mi meta, y permanezco colgada unos cuantos segundos, mecida por el viento que tantas malas noticias trajo hasta sus femeninos oídos. Estos se cerraron para dejar de sufrir, pero una sola palabra deshizo ese nudo: victoria. La guerra había acabado, y él volvería. Poco a poco, el útero del que vengo se llenó de luz, al principio un punto titilante, pero que no tardó en convertirse en una llama cuando ardieron los miedos e incertidumbres. Lo tenía entre sus brazos, y ya nada los separaría. La unión quedará sellada en cuanto llegue hasta él, y ya me dispongo a dejarme caer, sabiendo que regaré ese árbol que ahora no es sino una ramita, pero en cuyo tronco anidarán miles de pájaros, que proclamarán su amor. Recorro el vacío que me separa de él, y siento como su piel se eriza. No me ha visto, pero tampoco lo necesita, porque el amor de ella lo guiará hasta las fuentes de la eternidad, donde cuidarán su árbol. Yo seré parte de ese árbol, testimonio de este reencuentro para las próximas generaciones.
 

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