domingo, 9 de marzo de 2014

Descansa, te queda un largo viaje por delante. Duerme tranquilo, que tienes los mejores padres; te protegerán y te querrán más allá de la muerte. Nada se interpondrá en tu camino, porque todo el mundo gira sobre ti. Tres Cuatro abuelos que te quieren, babean contigo y te llevan por la senda correcta, igual que tu primo. Cuatro tíos y tías que fardarán de ti, que se aferrarán a tu mano pequeña para seguir recordando lo que es la vida, la ilusión, un futuro que se caga en el miedo y en el pañal. Hasta tus vecinos, hasta ese gato moteado, hasta ese otro gato que vive en la puerta. Todos morirían por ti. Quédate mi cama, mi peluche, mi habitación y mi casa. Mi corazón ya lo tienes, no hace falta ni que cierres la mano para sostenerlo. Déjala así, levantada bajo el edredón, como han dormido durante décadas los varones de tu familia. Tápate hasta la nariz, mete la barbilla en el cuello del abrigo. Ahora tienes el derecho a sentirte parte de algo; ya llegará el momento en que el honor también conlleve deberes. Eres uno de los nuestros, una parte de nosotros. Probablemente, lo mejor; al menos de mí. El protector ahora duerme y ríe al oír su voz. Llegará el momento en que hable y los demás callen para escucharlo; las noches en que no duerma y los demás no parpadeen, para no perderlo. Todo llegará, también el dolor, pero todavía no. Cógeme el índice una vez más y sal afuera. Deja que te enseñe el sol y las flores.

1 burradas:

Anónimo dijo...

Lo mejor del paso por la vida, la infancia, un regalo de la madre naturaleza. Ilusión, emoción, inocencia y alegría en estado puro. Nada comparable al amor y la protección de unos padres. El inicio de una vida... Un camino sin escribir, limpio.

 

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