lunes, 9 de junio de 2008

Hace tiempo que no escribo aquí, y mucho más que no digo nada de mi vida. Pues bien, hoy me voy a explayar a gusto. Mañana empiezo los exámenes de selectividad, que deciden qué carrera puedes estudiar. Veo en la televisión gente sin dormir, bebiendo litros de café, y no puedo sentir lástima; yo estoy en mi casa escribiendo tontadas. Pero yo también sufro, no nervios, sino nostalgia. Con estos exámenes digo adiós al instituto, en el que he pasado 6 años de mi vida, realmente buenos. Me han aportado abono suficiente como para seguir creciendo, y este último año he intentado devolver un poco de ese regalo a las nuevas generaciones (me siento viejo al decir esto) Es por eso por lo que he dedicado todos mis recreos al concierto de música, enseñando y hablando con mis chicas, tratando de transmitir todo lo que un día me enseñaron de la música, no como notas, sino como vida. Pero más importante que eso, es el sentimiento de pertenecer a un grupo de personas de diferentes edades y gustos, unidos por su pasión por la música. Eso es lo verdaderamente enriquecedor del concierto: salir de tus grupitos endogámicos de niños y recibir la sabiduría, las bromas de gente mayor que tú, que siempre tienen una sonrisa, una frase cariñosa para ti. Esa es la razón de que defendiera el concierto cuando estaba a punto de morir, y que intente captar nuevas mentes para el año que viene, para que la música siga sonando, que la voz de Juani siga viva.

1 burradas:

Anónimo dijo...

que bien Jhon , la música como digo siempre es nuestra salvación aunque estemos ocupados o desocupados igual escuchamos cantamos tocamos nos deleitamos de muchas formas con la música y para eso existen muchos géneros gustos para todos....Y contactarse con otras personas de diferentes edades es realmente extraordinario, se aprende mucho de ellos.
un abrazoooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡

 

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