lunes, 22 de diciembre de 2008
Siempre me ha gustado la niebla. Sé que es la responsable de muchos accidentes de tráfico, que no nos deja ver la belleza de los paisajes, pero nos proporciona otra belleza. Cuando miramos a la niebla, no vemos nada, solo es humo. Sin embargo, a través de ese humo podemos percibir retazos de realidad: un árbol, un camino. La gente odia mirar y no ver nada, pero si aceptamos esa condición, si sabemos que no veremos nada, veremos más de lo esperado. Si miramos a la niebla con la mente vacía, sin querer ver más allá, veremos dentro de nosotros, veremos nuestros miedos y esperanzas proyectados en ella. Veremos cómo el humo va tomando forma humana, veremos nuestra infancia, veremos nuestra muerte. La niebla es como el vaho, hace gracia a los pequeños y molesta a los mayores. Tenemos que esforzarnos por ser como niños, ver en la niebla un extraño conjuro, en el vaho nuestra alma que se esfuerza por salir y volar libre. Tenemos que admirar lo que vive a nuestro alrededor, y cambiar lo que nos avergüenza, pero nunca sentarnos y llorar; siempre hay que luchar. Esta lucha es la más dura, porque se produce día tras día, pero los que sobreviven a ella pueden llamarse con orgullo personas. Un abrazo
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4 burradas:
No se si me equivoco, pero deduzco por esta entrada que hay mucho más de lo que quieres decir, y en muchos aspectos.
Yo te hablaré de lo que se, que es de la niebla en sí.
Me encanta cuando hay niebla, esa sensación de profundidad, de soledad, de descubrimiento.
Normalmente a la gente no le gusta, como bien dices, pero gente como tú y como yo apreciamos que aparezca ese humo extraño.
No pretendo ser cargante, así que ya termino, pero como siempre, ha sido un verdadero placer leerte, es una muy bella entrada.
Seguiré visitándote con mucho deleite.
Un gran abrazo :)
Qué bonito...
Felices fiestas!!
jiyéiii! buen texto! si, la niebla es taaan genial, en mi ciudad casí nunca hay, pero se da de vez en vez...
También me encanta la niebla, hoy se ha ido de Barbastro y ha venido la nieve. Así que ha sido un buen cambio. Me ha gustado tu texto y hay poca gente que disfrute con la niebla, que al fin y al cabo es el misterio de lo que no sé ve. Felices fiestas! Un beso
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