Las uñas carcomidas decoran el teclado.
Se clavan en los dedos.
Escribir dolor duele de verdad.
Risas entre cristales empañados, un viento que entra
por debajo de la puerta.
Appropiate place,
palabras que quieres que signifiquen una sonrisa,
un niño que salta corriendo a tu cama,
una mañana de domingo entre los brazos de tu madre.
Uñas, escamas y lágrimas.
Sangre y letras. Poesía.
Falsedad. Mundos que no existen. Miradas imaginadas.
Y una noche, que llega o nunca llega.
Pero está, lo prometo.
Y una voz.
Una voz.
Una voz que siempre me acunará.
lunes, 23 de noviembre de 2009
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2 burradas:
Esto que escribes me trae recuerdos de una época en la que escribía de esta forma, queriendo englobar en unas pocas palabras mundos de sensaciones y sentimientos. Sobre todo dolor.
Me ha gustado mucho y de verdad siento no poder pasarme más por aquí. Como siempre, tus visitas son muy apreciadas.
Un gran saludo.
Fíjate la frescura que le da a tu texto simplemente el darle al enter después de cada frase. Me ha encantado tu interpretación del críptico y ambiguo "yo me entiendo y esto es arte porque lo digo yo, me importa un carajo que no rime". En serio, creo que se adapta perfectamente a tu temática y a tu modo de escribir.
Sin abandonar ni forzar tu estilo, espero más de estas. Muy rica, en serio.
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