sábado, 10 de julio de 2010
Cerrar puertas, ventanas y ojos, cerrar todo lo que me trae el mundo exterior, y rezar para que así desaparezcas. Cavar un pozo hondo, romper piedra y oro, y enterrar allí todo lo que siento por ti. Que la carne se pudra, que las ropas se ajen y la madera muera en las fauces de los gusanos. En la calle la gente ríe, grita, sopla vuvuzelas y se baña en fuentes, mientras yo recorro las habitaciones de esta casa, buscando un hueco en el que no estés, una estantería en la que no haya un recuerdo tuyo. Cajas, fotos, libros, todo te pertenece; apenas me atrevo a tocarlo, por miedo a que me vuelvas a hechizar y vuelva a dejar de respirar. Me da igual el pulpo que adivina resultados, me da igual la cigarrera de contrabando, me da igual cada piedra que soporta el peso de esta casa, solo me importas tú. Cierro la puerta, cierro las ventanas y cierro los ojos. Quiero ser un monje, que viva la vida sin ti, si es que es posible. Cierro los ojos y lloro, porque renunciar a ti es renunciar a la vida.
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3 burradas:
Entiendo muy bien esa situación y lo que se siente...(por desgracia)
Un besazo.
YA quiero verte, no digo más.
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