viernes, 6 de agosto de 2010

La juventud no es un tesoro, porque no se puede guardar. El tiempo no son granos de arena que puedan guardarse en mi bolsillo, lágrimas de una persona que nunca existió pero que siempre condicionó mi existencia. Nuestros días pasan, nuestras vidas van llenándose de días que son recuerdos u olvidos, noches que bailamos cuando todos dormían, o camas que buscamos cuando todos bebían. Nocilla en un bote, cigarros en un paquete que habla una lengua que no entiendo. Schaden zu. Todo está construido de forma que puedas entender, de forma que puedas llegar incluso a entender todos los entresijos de la historia, todos los hilos que manejan estas cariocas, pero para que nunca puedas ser una parte del teatro. Público, tramoyista o director, pero nunca actor, ni mucho menos personaje. Los personajes son siempre los demás, tu eres el espectador. Nunca serás el protagonista, nunca protagonizarás una película, sino que tus lugares serán amorfos, nunca verás un príncipe azul que pasee por tu barrio. Y lo peor de todo, es que te acostumbrarás, y comprenderás que tu vecindario es algo aburrido, que tu vida es algo normal, que tu mundo no está para películas, sino para curas y tiritas. Y peor aún, sonreirás cuando alguien suspire a tu lado. Aunque solo suspire en tu imaginación.

2 burradas:

pks dijo...

Envidio tu capacidad de ser libre.

Anónimo dijo...

Asúmelo "nunca serás el protagonista", pero "sonreirás cuando alguien suspire a tu lado".
Gracias por escribir Santi, un abrazo.

 

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