viernes, 16 de enero de 2009

No sé cómo surgió el tema. Comiendo, sin malicia, ¿te has enterado de...? Un chico de mi edad, con quien fui al instituto, tiene leucemia. Como siempre, me sorprendí, pero nada más. Terminamos de comer, fuimos a hacer un trabajo, y de repente pensé un poco más. 18 años y leucemia no son compatibles. Tuve que salir a la calle, y sentarme en un banco, sentirme en la naturaleza. Pensé en todos mis proyectos, mis sueños, mis amigos y familia, todo. Todo eso queda en la cuerda floja, balanceándose como el gotero. ¿Cuántas vidas se han quedado por el camino sin llegar a su destino? Delante de mí pasó una madre con un carrito de bebé. ¿Qué enfermedad tendrá ese niño, que problemas sufrirá a lo largo de su vida? ¿Acaso perderá a su amor más eterno, aquel que ni la muerte podría llevarse? Mirando la gran vía, casi pude ver todos aquellos que hemos perdido, caminando entre nosotros. A pesar del tiempo, siempre queda algo más que su recuerdo, algo más que una silueta en una fotografía. Gracias a ellos estamos aquí, gracias a que ellos murieron vivimos nosotros. De pronto me acuerdo de que tengo un trabajo que hacer, que he dejado a mis compañeros, y camino sin prisa, mirando los grandes y dolorosos árboles.

3 burradas:

AB dijo...

Justo ayer estuve pensando en el tema de la muerte, de la gente que ya no está y de su recuerdo y siempre que lo pienso me invade una sensación entre dolorosa y serena. No sé. Es un tema que para mí es como uno de esos finales en las películas en los que pasaron años y años y casi no queda ningún personaje que aparecia al principio.

Pero me gusta mucho como lo has escrito, porque realmente me ha llegado y me ha vuelto esa sensación. A ti si que merece la pena visitarte. Un Saludo.

LaraDeMorgan dijo...

Yo siempre me he preguntado por qué muere una persona que acaba de descubrir el mundo, por qué se va, con qué derecho se le arrebata la vida a quien tiene inmensidad de cosas por vivir.
No lo entendí nunca y nunca lo entenderé. Solo se que la muerte de estas personas no son en valde, ya que nos enseñan a los que nos quedamos a saborear la vida minuto a minuto.
Son como ángeles mensajeros, se van temprano, pero dejan una profunda y duradera huella en nosotros.

Gracias por esta entrada, vuelvo a recordar cosas que creía olvidadas.

LaraDeMorgan dijo...

Muchas gracias por tus palabras.
Y Gracias por sentir lo que yo siento, se que hay gente que es diferente a los demás, pero cuesta muchísimo encontrarla.
Cuesta mucho.

Gracias de nuevo y ánimo para ti, porque a mi ya no me queda de eso.

 

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