viernes, 24 de julio de 2009

Los árboles se suceden rápidos, como un trilero engañando a la realidad. La línea discontinúa renuncia a su ser y se emborrona hasta el infinito, una sola raya imposible de dominar. En la radio gente intenta hablar, vocalizar, pero las palabras se pierden en la garganta, la verdad no puede ser nombrada. Mi frente reposa sobre el cristal, mi sudor empavona el cristal, y el cristal me separa del resto del mundo. De ti. No es solo distancia externa, sino también interna. Cada vez te siento más lejos, cada vez tus fotos me recuerdan menos tu perfume, y cada vez menos horas se llenan con tu mirada. La vida pasa, el dolor mitiga (aunque nunca se olvida), pero los sentimientos quedan. No temblaré cuando te vea, pero tampoco esperes que caiga de rodillas y dé gracias al cielo por haberte traído a mi vida. No es resignación, tampoco desilusión, es solo hibernación.

1 burradas:

rous dijo...

acabo de encontrar tu blog, por casualidad. me ha encantado. se agradece seguir encontrando cositas así por la red, entre tanta mierda.

besos y suerte

rosa

 

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