jueves, 19 de junio de 2014

Sonríes al pensar que hubo un tiempo distinto. Recuerdas los orígenes y no puedes dejar de admirar la sinceridad que se ocultaba bajo esas metáforas cargadas y esos personajes siempre tan distintos, siempre el mismo. Estertores de un romanticismo postrero. Viejas figuras retóricas que en ti sonaban vivas porque eras tú quien las emitía; no sabes cómo era para los demás porque nunca te lo figuraste. El viejo debate sobre hacer valer tus comodines o solo jugar con la baraja normal. Un debate que nunca se cerrará, por mucho que viejos reyes barrocos abdiquen en mozalbetes drogados y con marcas en el antebrazo. Pero cuando te dejas llevar por la melodía, por los gritos, comprendes que ese no era el principio. Había vida antes del ordenador; una vez este no fue sino un complemento en el aula y no el centro del conocimiento. La palabra, antes que derramada en un ordenador rayado o acuchillada en un folleto publicitario, ya formaba el mundo. Antes el lenguaje no era violencia impuesta sobre la realidad, sino el único canal para modelarla. Aunque los tricerátops fueran gusanos, comer hierba siempre sería una gran aventura para ellos. Pequeños libros autogestionados antes de conocer que es el yo. No había debate sobre enseñarse porque era parte de ti, como tu forma de pronunciar ces y eses, como los brazos en jarras. ¿En qué momento de la vida surge la conciencia interna? ¿Por qué dejamos de construir el mundo para construirnos nosotros? Tienes la sensación de haber sido más completo con 6 años que con 16, aunque te faltasen dientes. No tienes respuestas, pero no hacen falta. Siempre quedarán los sueños y el miedo, las dos piernas del futuro. Aunque no sepas quién eres, de dónde has venido ni adónde vas, siempre soñarás y siempre tendrás miedo. Tú eres el futuro.

1 burradas:

Anónimo dijo...

Ojalá que los inteligentes sueños y miedos de las nuevas generaciones arreglen el "desaguisado" que les dejamos.
Y las anteriores dejen en sus nuevas, limpias, sanas y honestas manos esa ardua tarea. Savia nueva sin manipulaciones ¡por favor¡. Paso a los jóvenes portadores de energía, ilusión, tremenda preparación y nuevos valores.
Aunque resulte difícil de creer; ya Antonio Machado (1875-1939) escribía: "en España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa"

 

Copyright 2010 Archivo de las pequeñas cosas.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.