sábado, 18 de abril de 2015

Nunca existieron, ni siquiera en tu cabeza. Todas las cualidades que buscas en tu nuevo corte de pelo son imposibles de reunir ya no en una sola cabeza, sino en las de una familia completa. Despeinado y alocado pero que no llame la atención pero que sea único e inconfundible pero que no sea nunca objeto de escarnio. Nadar y guardar la ropa siempre ha sido lo tuyo pero no siempre se puede conseguir. No se trata de quemar tu traje y llegar hasta el delta; simplemente tienes que priorizar una sobre las demás. Si quieres rizos, hazte los putos rizos pero deja de pensar que quizás te queda mejor liso. Llevas años obligándote a mojarte y ahí sigues, con tus manos bien limpitas y los caracolillos más absurdos adueñándose de tu nuca. La excusa del extranjero en tierra extraña no es eterna; todo acaba y todo duele hasta que se purga el veneno. Menos esas putas tijeras que rechazas una y otra vez, hasta que ya sea demasiado tarde y haya que recurrir a la guillotina.
 

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