viernes, 14 de septiembre de 2007
Hoy pretendía escribir un post normalito, intranscendental, sobre mi vuelta al instituto, pero al leer la siguiente noticia me he visto obligado a hablar de ella. Una joven negra ha sido secuestrada y vejada de todas las maneras inimaginables por un grupo de blancos que no merecen siquiera ser llamados personas (noticia completa aquí) Cuando escuché esta noticia me di cuenta de que el mundo no es como yo lo imaginaba, con personas de todos los colores y formas trabajando juntas para lograr un objetivo común, sino todo lo contrario. Nada importan los sentimientos de los demás; si quieres hacer algo, just do it, sin pensar siquiera en lo que está mal. No somos seres perfectos; nuestra vida es una sucesión de fallos y mentiras para justificarlos, pero ante casos así deberíamos reaccionar, y preguntar, no a la sociedad en general, sino a cada uno de nosotros en nuestro fuero interno, qué es lo que estamos haciendo mal. Como oí hace mucho tiempo en una película malísima (como no, algo bueno debía tener): no debemos preguntarnos qué es lo que tiene que hacer el pueblo, sino qué tenemos que hacer nosotros por la sociedad. Espero que esto haya podido servir a alguno de los que por error se introducen en este sucio mundo que es la realidad, más allá de programas o chicas. Hoy no os mando un saludo, sino un caluroso abrazo, sólo por tener la valentía, la osadía de intentar ver qué es lo que pasa realmente; por haber elegido la turbadora pastilla roja, en vez del apacible cielo azul que promete la incultura. Hace bastante que quiero acabar esta entrada, y lo voy a hacer simplemente con 2 palabras: seguid así.
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1 burradas:
el racismo es un tema dificil, cuando te toca relamente no sabes definir, si es lo que expresa tu corazon, o son las circunstancias que vives. el marxismo de unos es la realidad de otros.
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