lunes, 30 de junio de 2014

Andar no es complicado, lo difícil es mantener el equilibrio
sin nadie que coja tus manos.
Nadar es sencillo
con un dedo en la barbilla
o a sabiendas de que harás pie;
el miedo surge cuando tu cuerpo está solo.
Cuando tu cuerpo eres tú,
mucho más que aquel quien escribe estas líneas.

Puedo conducir, programar, cocinar y tocar la guitarra
si alguien me acompaña,
si tengo señales, revisiones, recetas y partituras.
Solo se puede lograr la perfección cuando hay modelo;
sin él, yo hago el camino y dejo maleza en las márgenes.
Belleza que queda fuera,
recorridos extraños y recodos innecesarios para otros.

Hago mi camino sin saber dónde voy,
nado desde mi cuerpo sin poder evaluarme,
cocino sabiendo que lo podría hacer mejor
pero sin intención de hacerlo.

1 burradas:

Anónimo dijo...

Casi mejor no saber donde vamos ni por donde deberemos pasar hasta llegar al final, créeme.
Tu tienes estilo propio, a veces de un amarillo cegador, otras transgresor, tortuoso, mordaz... Pero adictivo, original y único.
Y en cuanto al equilibrio, cuando caemos o nos tumban no queda otra que levantarse.

 

Copyright 2010 Archivo de las pequeñas cosas.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.